Las altas temperaturas nos obligan a cuidarnos y resguardarnos del calor. Salir a la calle en horarios no adecuados nos podrían en riesgo de sufrir un golpe de calor y deshidratación. Por eso, es importante conocer que alimentos nos conviene ingerir para combatir los 40 grados.
Los productos potentes y nutritivos, pero pesados y poco digestivos como legumbres, quesos o estofados pueden obligar a dirigir buena parte del riego sanguíneo al estómago, con lo que la sangre circulará menos por el resto del cuerpo, refrigerándolo peor y haciendo que suba la temperatura corporal.
Tampoco son muy buenos, los alimentos muy secos, que requieren del agua corporal para hacerse digeribles y, por tanto, la restan de otras zonas. Asimismo, también evitaremos los que son altamente diuréticos si no tenemos un suministro de agua cerca para reponer la que perdamos por la vía renal.
Por lo tanto, elegiremos alimentos ligeros, con alto contenido en agua, fáciles de digerir y preferiblemente frescos, aunque no fríos.
Alimentos recomendables
- Embutido cocido: El jamón, la pechuga de pollo, la mortadela. Además, están compuestos de proteína casi en un 100%, de rápida digestión, y tienen un contenido de agua considerable
- Sandía: Se constituye de agua y azúcares libres, pero no en demasía, que se suman a los compuestos fenólicos antioxidantes que le confieren su color rojo. Es perfecta para hidratarnos y tener un poco de aporte energético entre comidas.
- Tomate: su riqueza en agua, fibra y antioxidantes nos ayudan a protegernos de la radiación solar, los hacen imprescindibles aliados de cualquier época del año, pero especialmente del verano.
- Las infusiones calientes: cuando el calor aprieta, una infusión de té verde con menta puede ser la mejor aliada.
Cosas que mejor no
- Los helados: Altísimo contenido en azúcares añadidos.
- El café: Existe cierta polémica sobre si el café es deshidratante -diurético- o no, pero de lo que no cabe duda es que más allá de las dosis aconsejables -alrededor de tres tazas- dispara en exceso el cortisol, responsable de la inflamación arterial. Así que, aunque no es malo en absoluto, no es bueno como herramienta para refrescarse.
- Bebidas alcohólicas: Son altamente deshidratantes y consiguen el efecto contrario al que buscamos, además de aportar el etanol. Ni cervezas, ni vino ni gin tonic son un refresco recomendable.